Durante 9 días, del 6 al 14 de julio, Pamplona se convierte en el centro de atención del mundo mundial. El atractivo de los Sanfermines es que, a pesar de reunir a muchísima mara, no han perdido su carácter popular, esa forma que tenemos de construir la fiesta entre todos, de tal manera que elevamos a tradición lo que surge de forma espontánea.
Tras estar hechos unos pesaus desde 1997 recuperando el Riau Riau, en 2010 comenzamos a dar la matraca con otro tema: conservar la costumbre de cantar por las calles hasta quedarse afónicos. Así, organizamos un certamen de rondallas cuyo fin es exclusivamente disfrutar de la música popular, junto a la peña, mientras nos tomamos un buen vermú con “cli cla” y aceituna sin más escenario que la calle, que es donde se celebra la fiesta.